El Gobierno impone un cambio de contadores de la luz que sólo beneficia a las eléctricas
Fuentes de Competencia reconocen: "Los beneficios son para las empresas"
El 90% de los usuarios no disfruta ninguna de las teóricas ventajas que impulsaba el cambio: el conocimiento del gasto al instante y la personalización de la tarifa
La sustitución de los sistemas de medida impuesta por el Gobierno debe llegar al 30% a finales de 2014 y al 100% a finales de 2018
Los contadores digitales de la luz que están sustituyendo a los tradicionales les cuestan más caros a los consumidores y su única ventaja es que facilita el trabajo a las eléctricas porque terminan con las lecturas aproximadas.
Un portavoz de
"El principal problema es que no hay ninguna ventaja para el consumidor", explica Jorge Morales, director de GeoAtlanter y miembro de
Controlar la factura
Morales explica que "cuando tienes información, cuando sabes lo que gastas y cuándo lo gastas, si conoces tu producción y consumo, maximizas. Si no lo ves, es más difícil controlar el gasto.
En la misma línea se manifiesta Cote Romero, de Ecooo, que sostiene: "Nos los están imponiendo. No ofrecen datos de consumo, no permiten la discriminación horaria, ni controlar la potencia. Su implantación no supone ningún beneficio para el ciudadano; sólo para las grandes corporaciones".
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