El turismo es una de las actividades sociales y económicas que más empleo crea en nuestro país, siendo la primera fuente de ingresos del mismo. Tanto es así que Francia con varios millones de visitantes más que España tiene menos ingresos derivados del turismo, lo que significa que recibimos turistas de calidad.
Las nuevas modalidades de turismo, lejos de la masificación y la destrucción de entornos medio ambientales sensibles con algunos prácticamente irrecuperables como consecuencia de una voraz acción de lo peor del capitalismo empresarial, suponen también la creación de empleo de mayor calidad, oferta vinculada a la cultura, a la naturaleza y al tiempo libre. Así podemos ver como hemos pasados, aún persistiendo formas de explotación, de los trabajadores de doce o catorce horas en un chiringuito de la playa, a guías en arte, en historia, en medio ambiente, que no dirigen a los visitantes, sino que los enseñan y muestran nuestros recursos de todo tipo. La acción de los gobiernos, generalmente progresistas, implicando cultura y turismo ha ido aparcando, aunque no ha sido eliminado del todo, del turismo de paella y meyba de Fraga Iribarne.
Pero aún teniendo recursos turísticos, estos deben ser potenciados e identificados correctamente por las denominaciones que les ponen en el mundo, y más en una sociedad global y relacionada en red y en tiempo real. Asimismo existen otros recursos, desconocidos o en manos privadas, que tras el proceso administrativo de paso a la propiedad pública, deben ser puestos en valor. Generalmente tiene un componente cultural, histórico y social que hace precisamente de ellos un elemento turístico y de atractivo autonómico, nacional o internacional.
En Extremadura tenemos dos casos emblemáticos de lo primero y de lo segundo. En el primer caso, uno de los iconos turísticos de la Comunidad, Yuste con más de 100.000 visitas al año, está mal referenciado a efectos municipales, dado que el nombre de la población no acompaña el atractivo de la oferta turística, dándose la circunstancia de que si se cita el pueblo por su nombre, no se reconoce su potencial turístico y si se cita a Yuste, se olvida la localidad, con perjuicio para los pequeños negocios de hostelería y restauración que generan un importante número de empleos si consideramos el ratio puestos de trabajo / habitantes censados.
En el segundo en el municipio de Don Benito, en Sierra Ortiga, contamos con uno de los ejemplos más destacados de ingeniería de fortificación y defensa, levantado por el Ejército Popular de la Segunda República en el frente de guerra frente a los sublevados fascistas, uno de los más estables del conflicto, que duró años sin modificación lo que permitió la consolidación de las citadas estructuras militares. Hoy, esas instalaciones se encuentran en manos privadas, abandonadas y en estado de degradación y expolio, sin protección y sin valor alguno a los efectos turísticos, pudiendo ser constituidas en un polo del mismo para todas las Vegas Altas.
En función de todo ello y con el objeto de mejorar el atractivo turístico de la Comunidad Autónoma de Extremadura y la generación de economía social, que no de mercado, con una acción integrada de cultura, historia y memoria, proponemos las siguientes propuestas de resolución:
1.- Proponer que el Partido Socialista Obrero Español a través del Grupo Municipal Socialista del municipio de Cuacos de Yuste presente una moción en el citado Ayuntamiento que, una vez aprobada, de lugar al inicio del procedimiento administrativo que propicie el cambio de denominación de la localidad, tomando el nombre de “YUSTE DE LA VERA” en sustitución del anteriormente citado, culminando una evolución histórica de identificación con su referencia turística que comenzó con el cambio del nombre de “CUACOS DE LA VERA” por el de “CUACOS DE YUSTE.
2.- Proponer que el Partido Socialista Obrero Español, a través de la Junta de Extremadura y las facultades que tiene esta en materia de patrimonio y cultura inicie un proceso de expropiación de las áreas de Sierra Ortiga en el término municipal de Don Benito al objeto, primero de obtener la titularidad pública de tan importante testigo de nuestra memoria histórica y en segundo lugar inicial la redacción, a través de los organismos especializados, Academias o instrumentos que tiene la actual política socialista extremeña bajo dependencia directa del Presidente Fernández Vara, de un plan integral de recuperación, consolidación, puesta en valor, acondicionamiento y acceso de las fortificaciones militares del Ejército Popular, con el objeto de añadirlas a la red cultural y turística de Extremadura.